Las dos de la mañana.

Las dos de la mañana y yo aquí, esperandote, pero ¿Por qué te espero?. Sabes que no soy de esperar, lo sabes de sobra, pero te lo debía después de todo lo que te he hecho pasar.
Sigo siendo tan orgullosa como el primer día, pero hoy te estoy esperando, es el único día que me digno a esperarte y no estas. Sabes como hacerme sacar de quicio, y también como sacarme una sonrisa.
No voy a decir que te quiero, ni que me gustas, ni siquiera que me atraes, esta vez no voy a decir nada. Sí, como lo oyes, no voy a volver a pensar y a ordenar mis sentimientos nunca más, me he dado cuenta de que cada vez que le pongo una etiqueta a algo que siento, nunca sale bien o almenos no como esperaba. Pero esta vez no voy a etiquetar nada, tampoco voy a hacerme ilusiones, solo voy a dejarme llevar, voy a ser yo la de siempre pero sin pasarme.
No voy a pensar en como va a acabar cuando ni siquiera ha empezado, no voy a agobiarme, ni siquiera voy a preguntarte nada al día siguiente, voy a vivir el momento y tú deberías hacer lo mismo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario